¡NO MÁS GORILAS ENCERRADOS!

¡El zoo quiere traer otro gorila para encerrarlo en la jaula de cristal con la excusa de que Riù no esté solo! Pero esta historia nos ha enseñado una cosa: los animales encerrados no son felices. 

Valerio Vassallo, presidente y fundador de Meta, responde al director del zoosafari de Apulia, destacando los aspectos críticos y las contradicciones del deseo del zoo de encerrar a otro gorila con Riù. 

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En el discurso de Vassallo se señala la contradicción en la que cae el zoo: dicen que Riù es demasiado viejo para ser trasladado y debe permanecer en el zoo, pero también dicen que quieren traer a otro gorila PROBABLEMENTE de la misma edad que Riù, ¡por lo tanto hablan de trasladar a un gorila tan mayor como Riù al zoo! Si el zoo dice que Riù es demasiado viejo para trasladarlo, ¿por qué hablan de trasladar a otro gorila viejo como Riù? ¡Qué contradicción! Quieren traer una hembra del extranjero. Valerio Vassallo explica que Riù no está triste por estar solo, sino por estar encerrado. Que traigan a otro gorila significaría condenar a otra criatura a la infelicidad, y cuando Riù muriera, tendría que llegar otro, y luego otro, y entonces quizá les harían aparearse, y el encierro de los gorilas no acabaría nunca. 

Los animales encerrados no son felices... Y su condición de encierro no cambia aunque se encierren dos, o tres, o cuatro, siempre siguen siendo animales encerrados. Deben vivir libres, en su hábitat, y hay que respetar su naturaleza. Paredes, ventanas, jaulas, granjas, todo son creaciones humanas que les quitan la vida y la libertad a los animales, pero ellos son almas puras, almas libres.

Y Riù, el gorila triste, nunca fue feliz viviendo en una jaula, ni siquiera cuando estaba "en compañía". Fue capturado en África en 1975 cuando era un bebé y le llevaron a Italia para utilizarle como atracción primero en un circo y luego en un zoo.

Riù siempre ha sido infeliz, Riù nunca ha aceptado el confinamiento, y no tiene sentido querer darle compañía. Riù lleva quince años encerrado solo, desde 2008, año en que murió su compañero, liberándose del encierro sólo con su muerte. Sí, porque sólo así los animales pueden liberarse del cautiverio... Nos gustaría un final diferente para Riù, no queremos que muera en un zoo.

Buscamos un refugio, un santuario, un espacio protegido disponible para acoger a Riù, para dejarle vivir al menos sus últimos días/meses/años lejos de los espectadores de pago. Riù es muy mayor, no le queda mucho tiempo... Además, encerrar a los animales juntos no cambia la situación de encierro en la que se encuentran: ¡no más animales encerrados! 

Riù vivió toda su vida lejos de su hábitat, toda una vida encerrado sin haber cometido ningún delito. ¿Su único defecto? Ser un gorila maravilloso. Riù no es un VIP, es un gorila, arrancado de su familia y de su tierra cuando era un cachorro. Y queremos devolverle su dignidad como individuo, alejándolo de las miradas y las risas de los espectadores de pago. Esto no es gracioso. ¡Los animales en los zoos no se divierten!

META (Movimiento Ético para la Protección de los Animales y el Medio Ambiente) es una asociación formada por voluntarios y voluntarias, con varias sedes en Italia.